Las transpaletas manuales y las carretillas plegables son herramientas hermanas que conviven en el almacén con un mismo propósito: transportar carga fácilmente. Sin embargo, cada una está especializada en un tipo de levantamiento de peso distinto y esto es algo que hay que tener muy en cuenta a la hora de decantarse por utilizar una u otra.
Para sacar el máximo provecho de cada herramienta, hemos identificado cuatro diferencias clave de uso de la transpaleta y de la carretilla de mano. ¿Sabes cuáles son?
Cuándo usar transpaletas o carretillas de mano en el almacén
Antes de decidir la candidata ideal que te acompañará en tu tarea en el almacén, es conveniente hacerte ciertas preguntas pertinentes:
1. ¿Qué carga necesitas transportar?
En el caso de tener que mover mercancía paletizada, la transpaleta manual se erige como la mejor opción. Su diseño está especialmente pensado para poder transportar fácilmente cargas que estén debidamente organizadas en palés, puesto que las barras de la transpaleta se introducen entre el palé y la carga para asegurar la estabilidad al desplazarse.
No obstante, debemos considerar la carretilla de mano cuando se cumplen dos variables respecto al peso: la mercancía no está paletizada y, simplemente, pesa (bastante) menos que los 2200 kg que pueden soportar los hombros de la transpaleta (por ejemplo, la carretilla con neumáticos puede hasta con 250kg). La versatilidad de la carretilla plegable permite fijar la carga fácilmente con tensores y flejes si fuese necesario para moverla de sitio de manera segura.
2. ¿Por dónde llevarás la carga?
La superficie por donde pasar con la carga es esencial para que la balanza se decante hacia una herramienta u otra. En el caso de superficies lisas, planas y amplias, emplearemos la transpaleta sin problema. De hecho, las horquillas que sujetan los palés conseguirán una mayor estabilidad cuanto más cerca esté la mercancía del pavimento.
Si el suelo es irregular, registra alguna mínima inclinación o hay que pasar por sitios estrechos, la carretilla de mano asegura una mejor maniobrabilidad. ¿Por qué? Por un sencillo principio: para manejar la transpaleta se necesita tirar de la carga, mientras que para llevar la carretilla plegable se debe empujar (y conviene operar así para evitar lesiones inoportunas). Si los baches se convierten en una complicación, las carretillas con neumáticos te pueden ayudar a transportar la carga con firmeza.
3. ¿Necesitas subirla a niveles superiores?
A veces, tenemos que colocar la mercancía en la parte superior de estantes, sobre otros palés o bien desplazarla a niveles superiores. La cuestión se complica entonces. ¿Qué debemos tener en cuenta?
La transpaleta, como ya sabéis, tiene una gran fuerza para izar peso frente a la agilidad de la carretilla plegable. Por ello, si hablamos de subir la carga a pulso, solo la transpaleta elevadora será capaz de levantar una tonelada hasta 80cm de alto.
Pero “elevar” semánticamente cuenta con más significados… ¿qué pasa cuando utilizamos un montacargas para subir a otro nivel? En este caso, una carretilla de mano viene de perlas para encajarla en la plataforma del montacargas, que no suele ser especialmente amplia (a pesar de que las transpaletas con barras más cortas puedan servir en este sentido).
Por otro lado, solo la carretilla plegable es capaz de superar unos obstáculos ante los que la transpaleta no funciona: las escaleras. La carretilla sube escaleras está dotada de esa especialidad que demanda, eso sí, de cierto control por nuestra parte…
4. Y tú, ¿qué manejo tienes?
Por último, después de tanto hablar de estas compañeras de almacén, también nosotros debemos medir nuestras fuerzas y manejo. Usar la transpaleta apenas requiere fuerza, mientras que la carretilla de mano necesita más apoyo físico.
Ante la duda, no hay que envalentonarse: en ciertos casos la cooperación es clave para llevar la tarea a buen puerto. Pedir ayuda a un compañero es mejor que lesionarse o que arruinar la mercancía, especialmente en los casos en que esta es tan voluminosa que nos corta el ángulo de visión.
Y llegados a este punto solo cabe añadir que la presencia de ambas en el almacén es imprescindible, a pesar de que podamos tener preferencia por una u otra.