Varios son nuestros clientes que nos han contactado preocupados por el fin de uno de los placeres inmediatos más recurrentes del ser humano: hacer explotar las bolsas de aire del plástico de burbujas. ¡Y no es para menos! Ese embalaje protector, capaz de cuidar a la perfección un producto en un envío largo y lleno de amenazas, cumple una segunda función: gestor del estrés del receptor. Sí, es así. El usuario espera encandilado la recepción de su pedido para poder disfrutar de su compra, pero también de su embalaje (¿veis como os decimos que el embalaje es importante?).
Ahora os preguntaréis a qué viene todo esto. Durante los últimos días, las noticias de medio mundo han hablado sobre el fin de la fabricación de este plástico de burbujas por otro, que es más plano, se debe hinchar por parte del usuario y que (aquí viene el drama) ¡sus burbujas de aire no pueden ser explotadas! Véase éste artículo.
Existen colectivos que han puesto el grito en el cielo. No es broma, buscad la cantidad de páginas de amigos del plástico de burbujas que hay en Facebook y veréis que su muro es algo parecido a un pequeño infierno.
Desde Rajapack, os queremos anunciar que, por nuestro lado, seguiremos con el mismo plástico de burbujas de toda la vida, el receptor de todas las tensiones, las del envío y las del receptor. Solicita tus rellenos de embalaje a través de nuestra web y sigue disfrutando de ese pequeño placer de la vida que es hacer explotar burbujas de aire.