Hacia 1930 el celofán -un nuevo polímero transparente y flexible, pero a su vez muy resistente- revolucionaba el mundo del embalaje y era ampliamente usado por la industria alimentaria (aunque también otros envoltorios como regalos, ramos de flores, etc.), ya que conservaba frescos los alimentos a la vez que posibilitaba que el comprador viese el contenido.
La hermeticidad del celofán fue, sin embargo, su principal problema, pero quedó resuelto cuando 3M inventó la cinta adhesiva.
Scotch fue el nombre que 3M dio a la cinta adhesiva, y el producto se hizo tan reconocible que hasta nuestros días los estadounidenses usan el nombre “scotch” para denominar a cualquier cinta de celofán. A Europa llegó siete años después un producto similar, el Sellotape, y en España se comercializó el Cel.lo, cuyo nombre es tan conocido que “celo” tiene ya una entrada en el Diccionario de la Real Academia para definir a la cinta adhesiva de modo genérico.
La cinta de celofán es un adhesivo sensible a la presión, al contrario que otros adhesivos que forman enlaces químicos con los materiales. La presión aplicada sobre una cinta tipo Scotch fuerza a la cola a penetrar en las irregularidades del otro material y así se mantiene pegada. En este tipo de cintas es también fundamental el uso de un “agente liberador” que permita que la cinta no se pegue a la otra cara de la cinta y haga imposible desenrollarla., es por ello que es importante su conservación a una temperatura adecuada, resguardada del frío y del polvo para que esté en perfectas condiciones a la hora de usarla.
Los físicos también han mostrado su interés por una curiosa características de esta cinta, y es que en una investigación en laboratorio se observó que desenrollando una cinta adhesiva en vacío se crean cargas electrostáticas que, por el salto de los electrones de la cinta al rollo, pueden producir rayos X. Con esos rayos X estos científicos pudieron incluso formar imágenes de los huesos de sus propios dedos. Esta investigación abre la posibilidad de crear máquinas de rayos X baratas y portátiles.
Aunque si no hay vacío los electrones van mucho más lentos y no producen rayos X, podemos probar a desenrollar una cinta en una habitación a oscuras y veremos un tenue fulgor.
La cinta adhesiva es un básico de todas las casas y oficinas, ¿te imaginabas esta historia detrás?
* Curiosidad de la imagen superior: El nombre de la firma estadounidense 3M viene de la abreviatura de Minnesota Mining and Manufacturing Company, que es el nombre que aparece en la cinta de la foto.
Imagen: Wikimedia/Improbcat «Scotch Tape» de Improbcat – Trabajo propio. Disponible bajo la licencia Creative Commons Attribution-Share Alike 3.0 vía Wikimedia Commons – http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Scotch_Tape.jpg#mediaviewer/File:Scotch_Tape.jpg